Aunque no lo crean, muchos de nosotros hemos salido en defensa del pobre lobo. Cuando uno escucha el nombre de Caperucita Roja, de inmediato recuerda a esa niña dulce que por hacer un favor e intentar cuidar a su abuela fue víctima de un lobo ladino y malicioso.
Este clásico cuento escrito por Charles Perrault y difundido a lo largo del mundo, es famoso porque nos hizo odiar al lobo del bosque y proclamar justicia.
Sin embargo este mismo contexto ha inspirado a muchas otras personas a pensar y salir en defensa del mamífero ¿cómo hubiera sido la historia si algo se hubiera modificado? Muy poco se conoce sobre las múltiples versiones, no solo escritas sino además visuales, que existen sobre este cuento, aunque estas versiones han hecho parte de exposiciones.
Existe por ejemplo la versión leguleya del asunto en la que se apelan a argumentos en defensa del lobo y con la intensión de mostrar que caperucita sabía a qué se enfrentaba al caminar por el bosque y de lo irresponsable que fue su mamá al dejarla ir sola.
COMO LA MANIPULACION CONVIERTE EN CULPABLES A LAS VICTIMAS. Versión judicial «del cuento de Caperucita y en Versión de la justicia argentina en relación a Caperucita y el Lobo con las mejoras» del proyecto de reforma del Código Penal. Visto y considerando
Revocación del fallo «Caperucita Roja «
La versión en la que el lobo explica por qué actuó de esa manera y cuáles fueron los comportamientos de caperucita que lo irritaron y lo condujeron a reaccionar así.
La dejé seguir su camino y corrí a la casa de la abuelita. Cuando llegue me abrió la puerta una simpática viejecita, le expliqué la situación. Y ella estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección. La abuelita aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo la llamara y se escondió debajo de la cama.
Caperucita Roja – La versión del Lobo
O ésta en la que las malvadas abuela y caperucita se burlan del lobo y le tienden una trampa.
La niña se quedó a vivir en la casita blanca y con chimenea y cuentan los más viejos del lugar que en las noches de luna llena todavía puede verse a una pequeña sombra cubierta de una vieja piel de lobo que vaga por los parajes de la comarca.
La terrible historia del lobo bueno y Caperucita Feroz
Y el viejo Lobo ríe, y entre la boca negra
Gabriela Mistral
tienen los dientes blancos un terrible fulgor.
«Abuelita, decidme: ¿por qué esos grandes dientes?»
«Corazoncito, para devorarte mejor…»
Caperucita roja políticamente correcta
Soy feliz de ser quien soy y lo que soy…Y, saltando de la cama, aferró a Caperucita Roja con sus garras, dispuesto a devorarla. Caperucita gritó; no como resultado de la aparente tendencia del lobo hacia el travestismo, sino por la deliberada invasión que había realizado de su espacio personal.
Caperucita Roja políticamente correcta
Y para los que quieran conocer más versiones, en 2006 se publicó un libro producto de un taller para ilustradores dictado por Vicente Ferrer en Japón. Se tomó como base la versión original escrita por Perrault y el resultado fue 21 historias con estilos de terror, amor, lobos malos y se tituló «érase veintiuna veces Caperucita Roja»
