–A veces escucho a la gente sin saber que es lo que dicen, cuando estoy en los buses, en la cafetería o incluso en el baño, no me puedo controlar creo personajes a mi antojo, manipulo sus historias sus vidas, y por eso estoy aquí.
– Mi nombre es Marconi, y soy mentalmente divergente.
Aplausos
Primer día de rehabilitación, mi madre me ha enviado a este sitio porque ya no sabe que más hacer para no quedar en vergüenza frente a sus amigas del brócoli.
Dice que el gran tapir la castigo con un hijo como yo, no le cabe en la cabeza cómo yo no puedo estudiar algo que ayude al sistema a mantenerse como hasta ahora lo ha hecho y en cierta manera la entiendo porque mientras mis “amigos” o bueno la gente de mi edad se mete entre hojas y escritorios angostos, yo disfruto acercándome a ellos, alejándome, corriendo sin perderlos de vista, ubicándome debajo de sus mesas, esperándolos a que el golpe de la gran luz toque sus rostros.
En la noche mientras los demás simplemente duermen yo sueño con esas tres constelaciones que adornan nuestro cielo, y espero hasta que el mismo cielo se encarga de borrarlas.
Lo se, lo se, soy una marioneta de la naturaleza, o por lo menos eso me dice mi madre, siempre me manda a dormir con la frase: “las constelaciones no se van a ir si duermes” ella no sabe que así no duerma si se van, y ojalá nunca piensen en dejarnos para siempre.
Todos aquí dan por hecho que las cosas siempre han sido así, quizás no te debería contar esto, pero en las tardes mientras todos toman la siesta, reúno a los más pequeños del planeta y entre susurros imaginamos que nada de esto existe y que es nuestra labor redefinir este universo. Un día, un pequeño imaginó un lugar donde todos eran cubos. Reímos mucho ese día, el solo pensarlo me anima mucho cuando estoy solo.
Hace algunos años que no recibo una correspondencia de tu parte la ultima vez me decías que en tu planeta a estas personas se les llama artistas, pues bien, me gustaría que en mi planeta existieran más de esos y menos de quienes te dicen que hacer y que pensar.
Año 2034 carta de un extranjero cualquiera a un desconocido intimo.