Desde 1988, en su sexto disco, escribiendo en ” ciertos bares de Madrid de cuyo nombre no quiero acordarme”. Joaquín Sabina, grito con su voz desgarradora, ¿quién me ha robado el mes de abril?.
Es una canción para los derrotados, para los incomprendidos, para los que lo intentaron y fracasaron por causas que eran más fuertes que ellos o que se les escapaban.
En la posada del fracaso, donde no hay consuelo ni ascensor, el desamparo y la humedad comparten colchón. Y cuando por la calle pasa la vida como un huracán, el hombre del traje gris saca un sucio calendario del bolsillo y grita: ¿quién me ha robado el mes de abril?.
Joaquín Sabina
Desde ese abril de 1988, a cierre de este abril de 2020 – parece que fue hace una vida – Se ha vuelto a los clásicos de vinilo, para sentirse acompañados y gritar
¿Quién me ha robado el mes de abril, cómo pudo sucederme a mí?
¿Quién me ha robado el mes de abril? Lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón…”.
Esta es una de las canciones insignia de Sabina, pues ya sabemos que los amores no son algo fácil, pero cuando entendemos que el mundo esta lleno de varias situaciones desgraciadas, los cuentos pequeños de varios perdedores porque sí, de esos que no lo merecían pero se comieron un marrón (situación complicada), de esos que merendaron crueldad gratuita, sin moraleja posible.
Quizá como yo o mejor nosotros en estos momentos, solo recordemos que no estamos solos y aunque este abril ya esta terminando, ¿quien nos lo robo?
“La chica de BUP casi todas las asignaturas suspendió el curso que preñada aquel chaval la dejó. Y cuando en la pizarra pasa lista el profe de Latín, lágrimas de desamor ruedan por la página de un blog, y en él escribe: quién me ha robado el mes de abril”, canta Sabina.
Y hay más: el marido de su madre en el último tren se largó “con una peluquera veinte años menor”: “Y cuando exhiben esas risas de Instamatic en París, derrotada en el sillón se marchita viendo Falcon Crest mi vieja, y piensa…”.