O mejor el amor y sus otros demonios. Dos palabras, amor y demonios. Suena como si fuéramos a hablar de Gabo, pero en esta ocasión no lo vamos a invocar.
Nuestras historias hoy se entretejen desde la ciencia con Carl Sagan, y especialmente desde su visión fenomenal de la humanidad que nos demuestra cómo la ciencia ha sido afectada por la incredulidad, de no creer en los datos pasó a creer en conspiraciones como poder convertir el agua en gasolina o la existencia de brujas para hacer crecer una religión y porqué no, ampliar sus ambiciones.
Toda nuestra ciencia, comparada con la realidad, es primitiva e infantil… y sin embargo es lo más preciado que tenemos
Albert Einstein
La ciencia no es una respuesta absoluta sino por el contrario, siempre estaremos sujetos al error/acción que tomemos día a día y lo que se busca es que a medida que pase el tiempo las personas sean más sabias; aprendiendo a reducir el margen de error y equivocaciones cometidas en su juventud.
Somos seres humanos llenos de defectos pero aún así estamos en la búsqueda de descubrir lo desconocido. Si lo supiéramos todo de antemano, simplemente no habría historia. No hubiéramos tenido la necesidad de equivocarnos tanto como para asegurar que “las brujas son el resultado de amoríos entre seres humanos y demonios”.
El pensamiento del hombre…¿hasta dónde avanzará? ¿Dónde encontrará límites su atrevida impudicia?
Si la villanía humana y la vida humana deben crecer en justa proporción, si el hijo siempre debe superar la maldad del padre, los dioses tienen que añadir otro mundo a éste para que todos los pecadores puedan tener espacio suficiente
EURÍPIDES
Vaya responsabilidad tiene el tiempo con nuestras acciones y las generaciones del futuro por reducir el margen de error y no repercutir en otras acciones que crean universos paralelos como esperar el mensaje que alguna vez llegue diciendo
Yo también te extraño, arreglemos esto. No te quiero dejar ir