De mis novelas preferidas… aunque debo confesar que las novelas no sean mi género preferido.
Imagínate encerrado con tus temores y demonios dentro de un pasillo largo y oscuro, el Túnel evoca todas esas sensaciones de desesperación, angustia, impotencia que se podrían desencadenar en una situación así.
“Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne…”
Me sé de memoria el inicio del libro, lo he leído mil veces y aun le encuentro encanto.
Juan Pablo Castel, un personaje con tantos matices; interesante, sensato, asesino, egoísta, enamorado, sórdido, con el que finalmente uno no termina de saber si está de acuerdo o lo odia, pues pone en evidencia las dobles intensiones que tienen algunas “buenas acciones” del ser humano, se humaniza mostrando su mezquindad y su vanidad y a la vez buscando aprobación y comprensión…tal vez buscando el reflejo en cualquiera de nosotros y creo que aquel que lo lee se verá reflejado en muchas de sus páginas –aunque nunca en la vida se nos haya ocurrido cometer un crimen-.
Es interesante ver como a lo largo del libro trata de persuadir al lector para que lo abandone y por supuesto logra el efecto contrario, eso hace que el morbo por saber lo que continúa, crezca.
Son de esos pocos libros que pareciera que hablaran, que le dijera directo a la cara a cualquiera que intente acercarse, sin asco y sin miedo usando palabras coloquiales, corrientes, soeces, cómo ve la vida, cómo son los seres humanos y al mismo tiempo haciendo una confesión de algo espantoso.
Solo queda una cosa por decir…
“…en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío”.
El Túnel del es escritor argentino Ernesto Sábato, su primera novela que fue publicada en 1948 en Buenos aires, por Editorial sur.