Más de veinte años han pasado desde que el escritor uruguayo alumbró el libro “Mujeres” (1995), al cual lo habita la brevedad y la memoria. Dos de esas mujeres atravesaron décadas para insistir en que el libro sigue vivo aquí y ahora. La tercera mujer que abriga este texto, no hizo parte del libro original, es solo la continuación de esas cuarenta primeras mujeres de fuego que hablaron a través de Eduardo Galeano.
Enero
En el mes de su cumpleaños Rigoberta Menchú conmemora los cinco años de su libro “K’aslemalil-Vivir. El caminar de Rigoberta MenchúTum en el Tiempo”. Apenas es un niño que ya aprendió a caminar y que seguro hablará ya por otras bocas. En sus más de seis décadas ella sabe que el caminar es largo y que todo ha cambiado, y que al mismo tiempo nada ha cambiado, que todo está por ganar en este nuevo año. Comienza: ” Mi nombre es Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia…”
Febrero
Patricia Ariza escribe una tarde cualquiera “Hoy no tengo miedo porque vino a mi casa una libélula y se me posó en el hombro. Tal vez quería decirme algo bueno.”
Cualquiera se puede cruzar con Patricia en las calles del centro de Bogotá. Tal vez la vean tratando de alcanzar con la mirada los techos de las casas, tal vez presintiendo a la libélula que la tarde de hoy la visitó.
Casi siempre, cuando va por la calle se encuentra con una amiga a la que saluda, abraza y luego se posa sobre su hombro, seguro Patricia le dirá algo bueno.
Marzo
A Esperanza no le queda más que esperar el fin de semana para descansar y desear que el 8 de marzo de este año pase pronto. Los días y las horas de la primera semana de este mes son de mucho trabajo para todas las mujeres que en la víspera de la “celebración” cortan, envuelven y empacan. Una lluvia de rosas, dulces y buenos deseos inunda la ciudad ese día. Lo más importante de este mes son las mujeres, aunque en el mes de la mujer no hay día feriado, el único que existe es quince días después y conmemora a San José. Mañana hay que trabajar.
Tres meses, tres mujeres, tres pretextos para hacer hablar de nuevo a este libro que como Rigoberta está de cumpleaños, como Patricia trae buena suerte y como Esperanza no cree en rosas, dulces y buenos deseos. La invitación es a sumergirse en ellas para reconocer en su historia, la nuestra.
Autor
Giovanny Araque