Cumpleaños compartido es una carta ficticia inspirada en la película El padre, que aborda el difícil tema del Alzheimer y busca encontrar en el consuelo de las palabras un lugar para mantener vivos los recuerdos por medio de aquellas cosas cotidianas que nos tejen como personas.
Cumpleaños Compartido
Mañana es tu cumpleaños. El de verdad, de tu nacimiento; no el de tu diagnóstico. Alzheimer, dijo el médico; enfermedad del olvido, digo yo; insoportable, dicen los demás.
Compré tu pastel favorito, ese que cada año pruebas como si fuera la primera vez y dices que perfectamente podría convertirse en tu pastel favorito. Te haré arroz con camarones con tu propia receta, y dirás que su sabor te hace pensar en algo que ya no recuerdas.
Lo más doloroso de verte escapar por las rendijas de la memoria es irme contigo. Intento aferrarme a ti para salvarme de caer en los oscuros pozos de tu silencio y veo cómo te desvaneces mirando fijo el segundero de un reloj que a veces marca las cualquiera en punto y otras veces la lucidez de las ocho y veintisiete.
Te escribo para no olvidar que soy tu hija, aunque ya no me recuerdes y solo sea una extraña que vive en tu casa. Te escribo para mantenerme a salvo del lugar en el que todo carece de nombre, donde el pasado y el presente se vuelven una sopa de letras con sabor a acertijo.
Feliz cumpleaños, papá. También es mi cumpleaños. Cuando nos canten frente a nuestro pastel favorito me dirás: vaya, qué coincidencia; y yo apagaré las velas deseando que al menos una vez más me recuerdes y antes de dormir me digas: Dios la bendiga, mija, hasta mañana; y que en ese mañana no te vuelvas a ir.